Capítulo 2
El drama y la trama
Este es un curso de guión y en él hablaremos de los guiones que se escriben para los medios masivos de comunicación: cine, radio, televisión.
Sin embargo, hace mucho que se escriben guiones. Hace muchos siglos que se cuentan historias para ser representadas ante un público. No se llamaban guiones pero en la práctica lo eran ya que eran historias para ser representadas. Por supuesto estamos hablando del teatro que también es un medio de comunicación masivo, con la diferencia que el espectáculo se produce en vivo ante los ojos del público.
Por lo demás, la fórmula es la misma que en cualquier fenómeno de comunicación: emisor, receptor, mensaje. Como dice Peter Brook (1968) en El espacio vacío, para que el fenómeno teatral se produzca se necesita un actor que tenga algo que expresar y una persona que lo vea. Si alguno de estos tres elementos falta, no hay posibilidad de que ocurra el fenómeno teatral.
Todas las culturas tienen teatro, en una u otra forma. En todas, su origen es ritual: conjurar mediante la representación peligros o posibles adversidades, invocar a los dioses, imitar al mal para alejarlo. Este punto de partida, en la cultura griega, se va complejizando cada vez más hasta volverse emblemático. Y, sin duda, es en este momento de la historia donde se sientan las bases de la literatura dramática.
Entender esas bases nos va permitir entender las diferentes maneras en que se puede representar una historia. Y esas bases fueron comprendidas ya por Aristóteles y se pueden aplicar al guión. Como dice Forero (2002: 21) : “aunque parezca un disparate, pues el filósofo griego fue el primero en tratar a fondo las características del género dramático” en su texto El arte poética y agrega “En griego la palabra poiesis significa creación; vale decir que la Poética trata acerca de la creación dramática”.
Drama y trama
¿Qué es drama? En el lenguaje coloquial drama es algo “trágico” que acaba mal, con muchas muertes y desgracias. Para Aristóteles, drama significa acción. Es una historia que se cuenta con acciones.
Voy a citar dos ejemplos. En el primero, la historia es simplemente una narración y, en el segundo caso, se cuenta la historia por medio de imágenes y acciones:
En un lugar de la India, hace mucho tiempo, vivía el poderoso monarca Janaca. Ese rey tenía una hija, que era la más hermosa de las jóvenes de toda el Asia: bella como la aurora, suave como las hojas de loto, virtuosa como una diosa. Un día Janaka hizo pregonar un edicto real en su reino y en los reinos vecinos: “Quien consiga disparar el arco de mis antepasados obtendrá en recompensa la mano de mi bella hija” (Anónimo, Leyendas indias) (Forero, 2002: 15)
El segundo texto es un texto dramático Ramón del Valle Inclán:
El Circo Harris, entre ramajes y focos voltaicos, abría su parasol de lona morena. Parejas de gendarmes decoraban, con rítmicos paseos, las iluminadas puertas. Grupos populares se estacionaban con rumorosa impaciencia por las avenidas del parque. El vate Larrañaga cruzó, negro y lacio, las aceradas filas de gendarmes y penetró bajo la cúpula de lona, estremecida por las salvas de aplausos. (Forero, 2002: 38)
Resulta evidente que en el segundo texto se puede “ver” lo que ocurre mientras que en el primero estamos ante una narración. Son diferentes maneras de presentar una situación.
Para ahondar estas dos diferentes maneras de contar historias, voy a citar a Eric Bentley (1982: 16):
El dramaturgo nos permite ver la mente de otros hombres a través de los acontecimientos. Si la trama es un edificio los ladrillos con que está constituido son entonces acontecimientos, sucesos, eventos, incidentes. Ver el aspecto dramático de un acontecimiento significa tanto percibir los elementos en conflicto como reaccionar emocionalmente ante ellos. (…) Si el drama es algo que se ve, debe haber alguien que lo vea. El drama es un hecho humano.
El drama es una forma de arte . Pero cabría preguntarse qué necesidad tiene el ser humano de estar en contacto con el arte. Se ha querido ver como algo accesorio, pero, a través de la historia, el arte se ha mantenido en todas las culturas como algo permanente. Este es un asunto de gran complejidad Bentley (1982: 20)se acerca a él a través de Aristóteles:
El arte refleja la vida. La palabra empleada por Arisóteles es mímesis. (…) ¿Existiría el arte si los hombres no desearan vivir dos veces cada cosa? Tenemos nuestra vida; y sobre el escenario volvemos a vivirla. (…) “El instinto de imitación es ínsito al hombre desde su niñez; una de las diferencias entre él y los demás animales reside en que es el más imitador de los seres vivientes… objetos que contemplamos en sí mismos con pena nos causan placer cuando los vemos reproducidos con escrupulosa fidelidad…Así, la razón por la cual los hombres sienten gozo en apreciar una semejanza es …que se encuentran a sí mismos…diciendo…”Sí, es él”.
Y continúa:
En otras palabras, una cruda tajada de vida puede ser ofrecida como arte. Lo que disfrutamos no es nada que se aleje de ella. El acto de la imitación basta para transformar la pena en deleite. (1982: 21)
Sin embargo, la vida como tal no constituye una trama. El arte es síntesis, no es la vida en sí. Y el arte requiere de la trama que como dice Bentley es “una nueva disposición de los sucesos en el orden más conveniente para conseguir el efecto deseado.” (1982: 25)
Y lo más importante:
La trama, por lo tanto, es ante todo artificial. La trama es una resultante de la intervención del intelecto del artista que consigue hacer un cosmos con los hechos que la naturaleza presenta en forma caótica. (1982: 25)
Y agrega, contradiciendo a Aristóteles en cierto sentido:
Puede contener algunas de esas exactas imitaciones a que se refería Aristóteles, pero en sí misma constituye una alteración de la vida, un perfeccionamiento de ésta. (1982: 26)
Y parafraseando a Jung continúa:
En el arte el reconocimiento es preferible al conocimiento: una buena historia es aquella que ya hemos oido antes; es decir, un buen narrador es el que procura alcanzar el efecto de lo que se vuelve a contar; un buen dramaturgo, de lo que se vuelve a representar. Aquí es donde interviene el rito: lo ritual es lo que se representa de nuevo. (1982: 28)
Y entendido como una forma de sublimar la realidad también lo es. Concluye Bentley:
Y si las viejas historias son siempre nuevas, las nuevas historias deben ser a su vez siempre viejas para acaparar nuestro interés; todo ello porque sólo somos capaces de aprender aquello que sentimos como ya conocido, porque es inútil el conocimiento sin comprensión, porque todo saber es un reconocimiento (anagnórisis), ya sea consciente o inconsciente. (1982:28 )
Así, a través del arte nos conocemos y reconocemos. Y para concluir, agrega este autor:
Si el drama es el arte de las situaciones extremas, la trama es el medio que emplea el autor dramático para introducirnos en tales situaciones y (si lo desea) sacarnos otra vez de ellas. (1982: 41)
La acción
Pero volvamos al comienzo de esta clase. Drama es acción. Habría que pensar ahora qué es acción. Nos dice Bentley, con cierta ironía, que esto fue lo que dijo Aristóteles pero que se le olvidó decir qué es acción. En efecto, hay muchas definiciones para este concepto. Tomaré como base para tratar de comprenderlo a Edgar Ceballos. Él nos dice:
Cuando se habla de acción, no únicamente significa hacer cosas: implica un desarrollo, crecimiento y final. Aristóteles le daba importancia a la acción, no como cualidad de la construcción, sino como esencia de la construcción; como principio unificador en el centro mismo de la obra. (1998: 114)
Para los antiguos, la unidad de acción era una de las reglas básicas de la construcción dramática. De qué va la película, decimos ahora. Cuál es la esencia de lo que trata. O sea que la acción también estaría relacionada con el tema. Pongamos como ejemplo, la acción principal en Antígona es que ella quiere enterrar a su hermano. Implica una fuerza de voluntad y la necesidad de llevar a cabo un deseo.
Esto va a derivar en muchísimas acciones más que van a hacer avanzar el conflicto. Las acciones básicamente son de dos tipos: físicas o psicológicas y van a despertar siempre una respuesta emocional. En el lenguaje coloquial decimos que una película es de acción cuando suceden muchas cosas. Tan elemental como una película de James Bond. Es psicológica cuando se dirimen cuestiones afectivas o sentimentales. Y esto lleva a un cambio en la conciencia del personaje sobre si mismo o sobre el otro.
La acción siempre se ve determinada por otras condiciones, de modo que también son muy importantes los factores que contribuyen a causarla. Dice Ceballos:
… los estudiosos coinciden en que la acción es la sangre del drama y se divide en dos partes: la decisión de actuar y la acción en si misma. (1998: 116)
Efectivamente, pensemos en Hamlet y su famoso monólogo “Ser o no ser, ese es el dilema”. A partir de esa decisión, cambiará el rumbo de sus acciones. De lo cual también podemos deducir que la función del personaje principal es hacer avanzar la acción. Ya que Hamlet tome una decisión actuará de una determinada manera.
El conflicto
¿Pero de dónde surge la acción? Básicamente surge del conflicto. Así como sin acción no hay drama, sin conflicto no hay acción.
El conflicto resulta del enfrentamiento de dos fuerzas de la misma magnitud pero de sentido contrario. El conflicto de Antígona es que no la dejan enterrar a su hermano muerto, entonces ella decide hacerlo al precio que sea. Entonces se enfrenta a Creón, el regente de Tebas y para colmo su tío. La lucha entre ambos – que representan la legalidad civil y la ley divina- es el conflicto principal de la obra que, a su vez, va a determinar diversas acciones que van a terminar con la muerte de Antígona.
Hugo Argüelles –gran maestro y dramaturgo mexicano- explicaba en sus clases que existen cuatro conflictos básicos, que corresponden a diversos momentos de la historia de la humanidad, aunque se pueden manifestar en cualquier momento:
- El ser humano contra los dioses. También podría ser frente a cualquier fuerza superior o el mismo destino. Queda expresado en forma emblemática en el teatro griego. Es el caso de Edipo por ejemplo.
- El ser humano contra si mismo. Es la expresión básica del conflicto existencial . Puede ejemplificarse en el ser humano renacentista, como centro del universo. Un ejemplo característico de esto es Hamlet. Aunque evidentemente, corresponde también a otros períodos históricos.
- El ser humano contra la sociedad. O contra la autoridad en cualquiera de sus formas humanas. Corresponde en gran medida a toda la literatura dramática de crítica social y se englobaría dentro de la modernidad.
- El cuarto tipo de conflicto corresponde –decía Argúelles- a la mezcla de los cuatro. Sería característico de la post modernidad, en la que no existe un centro rector en la expresión de los conflictos.
Es impensable el drama sin conflicto. El personaje principal va a tener un conflicto principal que va a estar determinado por su super objetivo (Stanislawsky, 1985) a lo largo de la trama. La evolución del conflicto va a determinar las diferentes escenas , en las cuales se va a desarrollar una acción particular.
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